IA, Protección de Datos

Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de recopilar grandes volúmenes de datos, comúnmente conocidos como Big Data, sobre sus clientes. Estos datos son posteriormente analizados para responder a numerosas preguntas estratégicas.

Un análisis de datos bien estructurado puede prever y potenciar la rentabilidad de la compañía. Sin embargo, es fundamental recordar que dichos datos deben ser protegidos y nunca compartidos con terceros sin la debida autorización.

La protección de datos es un aspecto crucial tanto para los ciudadanos como para las entidades europeas. Todas las organizaciones y empresas que realicen actividades económicas y manejen información de carácter personal están obligadas a cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, así como con la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD) en España.

El RGPD es la normativa europea que establece un marco uniforme para la protección de datos personales en todos los estados miembros de la Unión Europea. En el caso de las empresas que operan en línea, esta normativa no contempla excepciones, aplazamientos ni periodos de adaptación.

¿Qué implicaciones tiene para una empresa no cumplir con el RGPD?

De manera legal, ninguna compañía podrá ejercer una actividad económica en la Unión Europea si no regula sus operaciones conforme a la normativa europea. En caso de incumplimiento, la empresa puede ser sancionada con una multa de hasta el 4 % de su facturación anual global. En España, esta regulación está respaldada por la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) 3/2018.

La LOPDGDD clasifica los tipos de datos en las siguientes categorías:

  • Datos de carácter personal: Información relacionada con una persona física identificada o identificable.
  • Seudonimización y anonimización: Procesos mediante los cuales los datos personales se tratan de forma que no puedan atribuirse a un interesado sin información adicional específica.
  • Categorías especiales de datos: Información sensible que incluye el origen étnico o racial, opiniones políticas, creencias religiosas o filosóficas, afiliación sindical, datos genéticos, biométricos, de salud, vida sexual u orientación sexual de una persona.

En algunos casos, los tratamientos de datos pueden involucrar componentes de inteligencia artificial (IA). Por ejemplo, un modelo publicitario o electoral podría utilizar datos personales de personas físicas. Por otro lado, también existen tratamientos donde no se manejan datos personales, como en un modelo de predicción de la durabilidad de componentes de maquinaria que analiza datos recogidos por sensores distribuidos en una fábrica.

En este contexto, la IA puede tomar decisiones automatizadas que afectan a personas físicas, como el inicio de sesión en un sistema, la firma de un contrato o la asignación de un puesto de trabajo. La inteligencia artificial en la toma de decisiones puede desempeñar dos roles principales:

  1. Asistir en la toma de decisiones.
  2. Tomar y ejecutar decisiones de forma autónoma.

La llamada ética digital busca proteger y preservar los valores fundamentales del ser humano frente a las decisiones basadas en razonamientos automatizados. Valores como la dignidad, la libertad, la democracia, la igualdad, la autonomía individual y la justicia son el núcleo de esta preocupación.

El debate ético en la inteligencia artificial es un ámbito de creciente atención, ya que plantea numerosas preguntas. Por ejemplo, consideremos un caso relacionado con la toma de decisiones en la conducción autónoma:

Imaginemos un vehículo autónomo que está a punto de sufrir un accidente. A un lado de la carretera se encuentra una madre con un carrito de bebé, y al otro, un hombre octogenario que intenta cruzar la vía. El vehículo debe tomar una decisión que podría salvar a su tripulación, pero implicaría un sacrificio.

  • ¿Debería salvar a la madre con su hijo o al hombre octogenario?
  • ¿Debería priorizar la seguridad de la tripulación del vehículo?
  • ¿Es posible desarrollar un modelo ético para este tipo de decisiones?

Este tipo de dilemas pone de manifiesto la necesidad de trabajar en el desarrollo de una ética sólida para la inteligencia artificial, que permita guiar su implementación en situaciones críticas y garantizar que los principios humanos sigan siendo el eje central en su diseño y funcionamiento.